martes, 5 de enero de 2010

Empate

Mis únicos propósitos de año nuevo que superan el estadio de meros propósitos son los que empiezo a llevar a cabo en diciembre, porque son el fruto de una evolución interior que cristaliza de forma natural en esas fechas, al cambiar drásticamente las condiciones del medio (de ahí que no tenga sentido posponer su aplicación hasta enero). Los demás no dejan de ser una imposición artificial y fracasan. Todo esto debe de tener alguna moraleja evidente que se me escapa.

El renacimiento de este blog ocurrió en diciembre, hace ya más de un año, y tal vez sea ese el motivo por el que ha resistido hasta ahora. Probablemente está mal que yo lo diga: estoy satisfecho con el resultado. He escrito realmente poco que merezca la pena, pero he escrito. Casi nadie lo ha leído, cierto; sin embargo, y como ya expliqué, la principal motivación del blog es de tipo onanista.

De todos modos, creo que es interesante dar una cota inferior para ese casi nadie. Con motivo de esta entrada abrí una encuesta para averiguar cuál era la opinión de los hipotéticos lectores acerca de lo que ellos pensaran que se les estaba preguntando (o puede que sobre la direccionalidad de las gotas, ya no me acuerdo).

Cuatro personas participaron. A tres de ellas les agradezco profundamente su colaboración; la cuarta soy yo. Álex no ha votado, aunque dijo que lo haría (Álex es malo, no pulséis en el enlace).

Resultados de la encuesta

Resultado: Empate. La mitad considera(mos) que la gota apunta hacia donde cae, como es lógico, normal y bueno; el resto opina que Joder, Mikel.

Conclusión: Ya lo decía Borges, «La democracia es un abuso de la estadística». Aunque con cuatro votos, la verdad, estadística, no hay mucha. Por lo menos no ha ganado la última opción.

Nos vemos después de los exámenes de febrero.

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